Las elecciones de 2021
¬ Augusto Corro jueves 6, Feb 2020Punto por punto
Augusto Corro
En el 2021 se votará por 500 nuevos diputados y 15 gubernaturas. Será una oportunidad importante para revivir el contrapeso político por ahora ausente.
Desde que asumió el poder hace más de un año, el presidente Andrés Manuel López Obrador gobierna sin una oposición fuerte.
Los partidos políticos tradicionales fueron derrotados en las elecciones presidenciales. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) casi desaparecieron.
Dependerá de su trabajo entre los militantes partidistas su regresó a los primeros lugares. El desempeño de sus dirigentes definirá la situación. No será fácil, pero sí tienen opciones para hacer un papel decoroso.
Por lo menos aumentar el número de legisladores en la Cámara de Diputados que ahora controla Morena.
La situación de Acción Nacional es más compleja porque estará sometido al escrutinio público el juicio contra Genaro García Luna, en Estados Unidos, acusado de recibir sobornos millonarios para proteger a Cártel de Sinaloa.
Será imposible desligar al expresidente panista, Felipe Calderón, de su relación con el exsecretario de Seguridad, hombre poderoso en la guerra fallida contra la “narcodelincuencia”.
Pero es tanta la ambición de Calderón por el poder, que ya se olvidó de sus errores mayúsculos y busca ahora el registro de un nuevo partido político (México Libre), acompañado de su esposa Margarita Zavala.
Si a lo anterior se agrega que el PAN es dirigido por el peor de sus presidentes, un sujeto llamado Marko Cortés Mendoza, de una mediocridad enfermiza que cada día hunde más a su partido.
Los dirigentes de los otros partidos políticos ven la oportunidad de llevarse a sus filas a los panistas inconformes, que ven al resucitado Vicente Fox como el guía y maestro de Marko Cortés Mendoza.
¿Y el destino de morena?
En el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se registra una lucha interna ya esperada.
Las ambiciones personales y la lucha por el poder tienen enfrentadas a dos mujeres que buscan el liderazgo.
Una es Citlali Ibáñez Camacho (a) Yeidckol Polevnsky y la otra Bertha Luján. La primera realiza la función de presidenta interina y quiere continuar como la máxima dirigente.
La segunda es la presidenta del consejo nacional de Morena y opositora de Yeidckol Polevnsky Gurtwitz. Ambas se encuentran empeñadas en sembrar el divisionismo en el partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder.
Aunque bien podría decirse que fue el propio López Obrador el forjador de su victoria electoral. ¿En esas condiciones, que le espera a Morena en los mencionados comicios?
A raíz del pleito entre las citadas mujeres, en el partido guinda brilló la mediocridad de sus líderes que se dejan llevar por la inercia de la política.
Es pues, por lo que se ve, un partido que podría venir a menos, pues personajes distinguidos tuvieron que abandonar las filas morenistas para cumplir funciones en cargos públicos.
Total que la dirigencia se vio opacada. Sin la capacidad suficiente para hacer crecer el partido.
En el 2021 Morena, repito, tendrá que pasar la prueba de fuego que llevará además una evaluación del desempeño del mandatario López Obrador.
Para esa fecha, ya habrá disminuido la inseguridad y la economía tendrá que lucir un rostro más amable, diferente a lo padecemos ahora.
Quizá los propios dirigentes no saben la importancia que representa alejar el fantasma del divisionismo en su partido.
Son innumerables las voces que claman un ajuste en el liderazgo político que permita el crecimiento de esa organización política que participará en la contienda electoral con los partidos tradicionales y nuevas organizaciones políticas.
En los estados y en lugares con dominio morenista se realizarán análisis y se revisará la obra de las autoridades que arribaron al poder gracias al liderazgo político de López Obrador.
Los militantes de Morena no deben olvidar que la presencia mayoritaria de legisladores es determinante para la promoción de nuevas leyes, como ocurre en el presente.
¿Sucederá lo mismo en el 2021 que en 2018? ¿Seguirá la aplanadora de Morena? ¿Usted qué opina amable lector?